SIC es una institución de inversión colectiva, alternativa, inmobiliaria, cerrada y de suscripción privada. El objetivo de SIC es conseguir, a medio y largo plazo, una revalorización creciente del capital en activos inmobiliarios, y buscar, de acuerdo con la política de inversiones, crear condiciones para aumentar el valor de las acciones de los accionistas, basándose en criterios de prudencia, diversificación, seguridad y rentabilidad.

El patrimonio de SIC puede invertirse en:

a) Compra de fincas urbanas y fracciones autónomas (o la adquisición de derechos de superficie u otros derechos similares sobre los mismos activos) destinados principalmente a cualquier actividad mercantil o industrial, incluidas, entre otras, la venta al por menor, el comercio, la logística, los servicios, el turismo, la asistencia sanitaria y los aparcamientos para su posterior venta, arrendamiento u otras formas de explotación;
b) Compra de edificios urbanos para su reconstrucción/rehabilitación para su posterior venta, arrendamiento u otras formas de explotación;
c) Compra de edifincas urbanas ya arrendadas para obtener ingresos;
d) Acciones en sociedades inmobiliarias u otras instituciones de inversión alternativa inmobiliaria cuyos bienes inmobiliarios cumplan al menos uno de los requisitos mencionados en las letras a) a c) anteriores;
e) A efectos de cobertura del riesgo de tipo de interés, instrumentos financieros derivados cuyos activos subyacentes y vencimiento correspondan a la naturaleza de sus activos y pasivos; y
f) Con carácter accesorio, SIC podrá invertir en liquidez, como efectivo, depósitos bancarios movilizables en cualquier momento, certificados de depósito, participaciones en fondos de tesorería, valores representados o garantizados por un Estado miembro de la Unión Europea con vencimiento residual inferior a 12 (doce) meses.

En cualquier caso, SIC debe invertir en inmuebles que tengan un único arrendatario o un arrendatario predominante responsable del pago de al menos el ochenta y cinco por ciento (85 %) de las rentas debidas por los inmuebles en cuestión, como forma de maximizar la eficiencia en la gestión de dichos inmuebles. Los contratos de arrendamiento que celebre SIC en relación con los inmuebles comprados tras su conversión en SIC deberán celebrarse por períodos no inferiores a diez (10) años, con excepción de las renovaciones de dichos contratos de arrendamiento que podrán tener una duración inferior a diez (10) años. Para evitar dudas, (i) las limitaciones anteriores no se aplican a los inmuebles que ya eran propiedad de SIC antes de su conversión en SIC y (ii) el plazo de diez (10) años solo se cumplirá si el arrendatario no tiene derecho a rescindir anticipadamente antes de que haya transcurrido el plazo inicial de diez (10) años.

Se podrá invertir en activos inmobiliarios en todo el país.